Amor, sacrificio y cansancio.

Hola! Esta es mi primera entrada, y dado que este blog está dedicado a los hijos, quiero plasmar lo que creo que es lo principal para ser padres. Hay tres cosas inevitables cuando tienes hijos: el amor, el sacrificio y el cansancio, y las tres están estrechamente relacionadas. ·Es imposible tener un hijo y no sentir amor por él. Un amor incondicional que te hace querer a un ser a pesar de todo lo que pueda hacer, ya sea despertarse mil veces una misma noche, tener malas notas, o cogerte el coche a escondidas. Este amor te lleva directamente al segundo punto, ·El sacrificio. Amar es sacrificarse y darlo todo sin importar nada más. Tener un hijo empieza con un pequeño pero gran sacrificio: estar dispuesto a cambiar tu vida, dejar de ser YO para ser NOSOTROS; aceptar que el presupuesto de ropa nueva, peluquería, salidas con amigos, vacaciones, etcétera se va a ver reducido, y a veces desaparecido; convertir tu baño en enfermería, tu salón en juguetería, tu patio en un polideportivo y tu coche en un vertedero. Es asumir que nunca te va a volver a tocar el trozo de chocolate mas grande, que vas a perder la oportunidad de tener tranquilidad y que no vas a volver a dormir profundamente, porque vas a preocuparte por lo mas mínimo, incluso cuando se emancipen. ·Cansancio... Si después de leer los puntos anteriores no sabes a qué me refiero, piensa en que te vas a tener que levantar de madrugada, prepararte y empezar a preparar ropa y desayunos, despertar a los peques y vestirlos. Asegurarte de que desayunen y de que tienen la comida del cole preparada. Comprobar que van bien vestidos, peinados y que no se dejan nada. Llevarlos al cole, recogerlos, preparar y servir comidas, vigilar que coman bien, no pongan los codos sobre la mesa, tengan las manos limpias y no coman con ellas. Alcanzar servilletas en el último momento porque siempre hay alguna que se moja o se cae dentro del puré. Recoger los platos y vigilar que se laven los dientes (y cuidado con el baño, que niños y agua es una combinación explosiva). Mandarlos a hacer la tarea y ayudarlos, merienda, un paseo, ducha, cena y a la cama, y vuelta a empezar... Y todo esto hay que compaginarlo con el trabajo y/o los estudios, y con tener la casa medianamente recogida, teniendo en cuenta que van a ser el triple de lavadoras, y que por mucho que limpies y recojas, siempre habrá juguetes por todos lados, manchas imposibles en la ropa... En resumen, que cuando por fin acuestas a todos y llegas a la cama, te dan ganas de no levantarte en un mes... Hasta que vuelve a sonar el despertador. Con todo esto no quiero decir que no hay que tener hijos... Es difícil, no lo niego, pero con una sonrisa se te olvida todo lo anterior, y con los consejos que voy a ir publicando, espero que todo parezca mas fácil. Dicho esto, un saludo para todos, y a dormir, que mañana me espera un día laaaaaaaaaaargo.